En este artículo se ofrece una reflexión en torno a una forma de violencia de género, lamentablemente normalizada, que afecta el libre desarrollo de las mujeres en el espacio público: el acoso callejero. A través de información recopilada en grupos focales y cartografías sociales que exploran las rutas que realizan estudiantes jóvenes y adultos en ciertas zonas de Cali, se concluye que las mujeres son las principales víctimas de este tipo de violencia. Esto las impulsa a diseñar estrategias de movilidad, renunciando a espacios y oportunidades que la ciudad les ofrece. Los resultados indican que, frente al acoso sexual en el espacio público, las mujeres adaptan sus decisiones, modificando sus rutas. Esto muestra que la experiencia ante el acoso callejero varía significativamente entre mujeres y hombres, siendo más frecuente para ellas y generándoles costos de oportunidad en materia de tiempo, desplazamiento y tranquilidad.
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