Existe un contexto de desigualdades sociopolíticas y necesidades insatisfechas para ejercer el trabajo sexual, lo que configuran
una injusticia extrema. El objetivo de este artículo es analizar los determinantes sociales de la salud que generan inequidad en
la población trabajadora sexual de una ciudad colombiana. Se utilizó una investigación cuantitativa con un enfoque asociativo,
y la población fue de 131 trabajadoras sexuales cisgénero y trans-género. Se realizó muestreo por bola de nieve, la información se
ingresó en el sistema del Observatorio de Género y fue procesada y analizada con SPSS. Entre los resultados se desataca que la
edad promedio fue de 34,24 ± 9,610 años, rango 18 y 61 años. El 59,6 declaró ser soltero, un 7,6% no tenía estudios, y un 29,8%
únicamente educación primaria. El 15% no se encuentra afiliado a salud, y un 96,9% informó ingresos inferiores a un salario mínimo
mensual. Esto refleja la vulnerabilidad, la inequidad y los desafíos en diversas dimensiones del desarrollo humano. Las condiciones
de educación, salud y empleo fueron los determinantes sociales que generan mayor inequidad, por ende, la formulación de políticas públicas en beneficio de las trabajadoras sexuales permitirá abordar estos desafíos con miras a garantizar acceso adecuado a servicios de educación, salud y derechos laborales, con el empoderamiento de este grupo que ha sido vulnerado para
mejorar su calidad de vida.
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